Nacer es empezar a morir, un blog para gente que piensa por sí misma, que es crítica con el mundo que les rodea y con la actualidad, que comparten el gusto por el arte y en especial por la literatura y que sueñan con poder ver algún día su nombre impreso en la portada de algún libro. Como decía Oscar Wilde: "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Todos tenemos una historia apasionante que contar, algo nuevo y distinto que aportar al mundo, el problema es que muchas veces no nos atrevemos a sacar eso que llevamos dentro. Perder el miedo, matar al folio en blanco, porque mediante la literatura podremos alcanzar la inmortalidad.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tokio Blues: Norwegian Wood


Toru Watanabe, de 37 años de edad, acaba de aterrizar en el aeropuerto de Hamburgo. Se han apagado las señales de "Prohibido fumar" entonces comienza a sonar por los altavoces del techo una canción de los Beatles que le devuelve a su juventud, al Tokio de finales de los años sesenta. Empieza a recordar y se asombra sobremanera de la nitidez de sus recuerdos, incluso rememora aspectos que hasta ese momento habían pasado desapercibidos. Vuelve a su mente con nostalgia y tristeza la enigmática Naoko, la novia de su único amigo en la adolescencia.
Tiempo después con el inicio de la universidad retomarán su relación de forma más íntima. A su manera, Murakami ha conseguido hacer un pequeño homenaje a La Montaña Mágica de Thomas Mann. Aparecen temas tan profundos como el amor, el sexo y la muerte, pero no como contraposición a la vida sino como parte de ésta.