Nacer es empezar a morir, un blog para gente que piensa por sí misma, que es crítica con el mundo que les rodea y con la actualidad, que comparten el gusto por el arte y en especial por la literatura y que sueñan con poder ver algún día su nombre impreso en la portada de algún libro. Como decía Oscar Wilde: "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Todos tenemos una historia apasionante que contar, algo nuevo y distinto que aportar al mundo, el problema es que muchas veces no nos atrevemos a sacar eso que llevamos dentro. Perder el miedo, matar al folio en blanco, porque mediante la literatura podremos alcanzar la inmortalidad.



miércoles, 21 de abril de 2010

Mortal y rosa


Mortal y rosa, prosa narrativa en tono ensayístico nacida del dolor. El dolor como un constante calvario. Una tortura, causada por la pérdida de un hijo cuando tan sólo tenía cinco años de edad. Francisco Umbral se desnuda en esta obra, permite que accedamos a su alma que es olor, su olor como él dice. El olor que crea imágenes y que en la mayoría de las ocasiones perdemos o simplemente no valoramos. El autor sintetiza a la mínima expresión el mundo, cada palabra encierra un sentido y ese sentido representa un universo. Umbral espera la muerte del mismo modo que la madera, es decir, sin prestarle la más mínima atención.

Hay una habitación vacía, un planeta infantil que se ha quedado en silencio, unos juguetes a los que ya no les da el sol. Al finalizar este libro habremos perdido la vista, estaremos ciegos aunque sigamos viendo a la perfección. Nuestros ojos seguirán entre sus páginas acariciándolas, se habrán enterrado bajo una montonera de letras.

"El escritor tiene que dejar pasar la luz del mundo sobre la cuartilla, el sol sobre la escritura. Casi todos los escritores estorban a su obra, están delante de ella, echan su sombra de sombrones encima de la prosa"

"Escribo por el placer de desaparecer. Es mi forma de transparencia. Todos hemos querido ser invisibles alguna vez."