Relato corto del novelista checo Franz Kafka, escrito en (1912) aunque no sería publicado hasta (1916). Una mañana como cualquier otra, Gregorio Samsa despierta convertido en un bicho, una especie de cucaracha de proporciones gigantescas. Antes de esta extraordnaria desventura, trabajaba como viajante para un comercio de telas; además, con su sueldo mantenía a la familia a la vez que pagaba la deuda contraída por su padre. Desde la primera frase se nos muestra el caracter extraño de la obra por medio de ese comienzo tan concluyente. Narra la historia de una manera clara, sencilla y sobre todo directa. Pese al inexplicable argumento que se nos presenta, llega un momento con la sucesión de las páginas en que dicha situación nos resulta del todo cotidiana por la capacidad del autor para mostrar con un realismo absoluto circunstancias totalmente irreales.
Gregorio, un frustrado y pesimista solitario, se encerrará en su habitación que con el paso del tiempo se volverá más lúgubre. Esta transformación le ha sacado de su rutinaria vida; intentará darle un sentido a su nueva existencia dentro de este mundo ininteligible y lleno de obstáculos, pero nunca la encontrará porque antes le llegará la muerte.
La metamorfosis, obra universal no exenta a múltiples y variadas interpretaciones, la más clara tal vez, la actitud del ser humano frente a una grave e irreversible enfermedad de algún ser cercano, la angustia a parte de la crispación que provoca el continuo fluir de la vida ya que ésta nunca se detiene ni se detendrá jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario